2 de julio de 2010

Noy y Cortese leen un poema mío


Esto fue antes de ayer, en el Café Rivas, en San Telmo. También leyeron poemas de Martín Rodríguez y Estela Figueroa. Para mí, fue una muy buena opción a la monotonía grave en la que caigo cuando tengo que leer en voz alta. Brinca un poquito la cámara en "tu papá está grave" porque me reí -- Noy habló como una verdadera bobe Elena. Es raro que otro lea lo que una escribió. Es una pista de cómo entran esas palabras tan propias en la mente de los otros. Yo me siento muy honrada y estoy muy agradecida con Rita y Fernando. Abajo copio el poema; en el video no se escucha la primera línea.


Cómo hacer cosas con palabras


El zeide Aarón, en sus últimos años,

me compró el María Moliner,

el Simon & Schuster’s y el Garzanti,

y en el cauce ídish del porteño

con un beso y un abrazo, sentenció:

“No te entregues tan fácil”.

Do not go gently. Rabia y risa, y después,

cartas vía aérea con su letra trabajosa.

Y a la vuelta, almuerzos sencillitos

en el silencio austero de su departamento.

Se murió, claro. Yo ahora hago buen uso

de las palabras que se ocupó de conseguirme.



El zeide Leo, a mis ojos,

vivió entre pajaritos enjaulados

y máquinas de coser.

No me habló: pero puso mi nombre

en hilo rojo de bordar, en gran cursiva

en una bolsa de tela azul marino

que se ocupó de fabricar.

Él se murió; yo seguí usando

la bolsa unos dos años más.

El zeide Leo, entonces, dice Laura.



La bobe Elena: “Tu papá está grave.

Esa verruga es venenosa.

Es un secreto entre nosotras.

No lo fastidies”. ¡Mentira!

Cantó, jugamos,

me mostró qué tiene de importante

la forma en que la luz decide

atravesar cada grupo de hojas

en hileras de árboles,

me convirtió al chocolate de taza

y me mintió.



La Baba Etia. ¿Qué palabras...?

¿Cómo armamos tanta cosa en siete años?

¿En qué tonos y voces?

Cruce fugaz, pero fulminante.

Sólo puedo citar: “No aguanto más.

Nunca voy a salir de este hospital”.

Yo huí por un pasillo blanco

oníricamente interminable.


5 comentarios:

Pablo Wittner dijo...

Rarísimo escuchar a ellos hablando de mis bobes y mis zeides.

El poema es muy muy lindo. Muy.

Y que lo hayas puesto acá, y hayas puesto el video, y nos lo presentes, más.

Aguante Laura.

Laura Wittner dijo...

sí; por ahora aguanto.
gracias, nene.

uruguaya dijo...

y yo, despistada e ignorante, sin saber...hoy compre un libro tuyo para llevar a uruguay de regalo cumpleanhero...grosa, grosisima!

Anónimo dijo...

Me ha gustado muchísimo tu poema, debe resultar muy raro para un autor oir sus versos en boca de otros... me habría gustado oirlos recitados por ti misma! ¿Cómo suena una verdadera bobe Elena?

María (Madrid)

Anónimo dijo...

Que bueno que haygan posts sobre gente idishe! me enternece, me hace acordar a mis abuelos!