31 de agosto de 2010

Tranquilicemosnón, sentemosnón y hablemos

Cuando me pongo militantemente testaruda lanzo mi mantra pueril: una palabra vale más que mil imágenes. Muchas veces me harto y proclamo lo contrario: ya basta de palabra, tratemos de llegar por otro lado. Pero la verdad es: la palabra me tira, me tira a lo loco y debe ser por eso que después de años de andar esquivando series me encadené a ésta. Nos encadenamos, matrimonialmente hablando. 
Porque en el otro extremo de los elencos multitudinarios, las ideas "ingeniosas", las imágenes amontonadas de choques y vidrios astillándose (perdón, esto es porque el otro día vi El origen, no me quiero ni acordar), In Treatment sienta a dos personas cara a cara y las pone a hablar. En principio lo digo más allá del psicoanálisis (son sesiones de psicoanálisis). Ver y escuchar a dos personas hablando, interesadas. Interesadas en hablar. Te llevan por sus laberintos. Paredones, falsas salidas, salidas. Bla, bla, bla, sí, pero cómo quiero que llegue la noche y me encuentre con un poquito de atención intacta para el doctor Weston y sus pacientes.
Y viene de Estados Unidos, ¿eh? Así tan despojadita. Ahora eso sí: la rehicieron sobre el original israelí Be-Tipul, de Hagai Levi, y la escribe y la dirige Rodrigo García, el hijo de García Márquez.


Igual a mí sí me gusta que en las películas haya movimiento, idea, acción a lo grande. A veces. En principio necesito que la acción esté justificada por un argumento sólido. Puede ser pelotudo, pero tiene que ser sólido; así me interesa quién gana y quién pierde. Y me gusta que la acción propiamente dicha pueda seguirse. Eso es fundamental. Que si un auto persigue a otro quede claro cómo progresa la persecución. Que si se cagan a trompadas se pueda ir siguiendo la secuencia de golpes. Y si se rompen vidrios en una bella coreografía de cristales, uno pueda saber qué vidrio se rompió y por qué, y para qué; y ahí sí, como se dice ahora, "disfrutar del espectáculo" del estallido caleidoscópico de cristalitos. Bueno, al final parece que sí me quiero acordar de El origen: dejame de joder. ¿Qué, Nolan tuvo una idea, armó un boceto en tres horas y después le dio fiaca desarrollar y filmó directamente sobre el boceto? ¿Pim, pam, pum, crash, etc.? ¿La noción de los subsueños y la implantación de ideas le pareció lo suficientemente buena como para no tener que explicar nada más, lo eximió de construir verdaderos personajes y de ponerse a trabajar en un guión en serio? ¿La idea misma se le habrá presentado, incluso, en sueños? ¿Como resto diurno, resto de un día en el que estuvo leyendo a Lem y a Dick?

No, ya sé que armar el guión le llevó un montón de años.

Perdón por el exabrupto. Mis opiniones sobre cine (creo que es obvio) son apasionadas pero absolutamente amateur(s).

26 de agosto de 2010

Tom Raworth: éste es el cuerpo de lo que sucedió cuando nos encontramos


Tom Raworth tiene 72 y una energía que yo no tuve ni a los 4 ni a los 10 y mucho menos a los 17. Cliqueen su nombre con tiempo porque ahí adentro hay de todo.
Esto que sigue es parte de un libro que reúne varios textos suyos. Lo traduje gracias a y a través de Matías Serra Bradford, y los dos (los tres) esperamos que algún día se publique.


De Una biografía serial

Lo que debo hacer. Es. Investigar la forma de una vida. De algún modo llegar al cuerpo sólido. Como la máquina que usan en Locks para tomar el molde de un sombrero hongo. Un nido de varillas movibles que finalmente reproduce la verdadera forma de una cabeza. Cada saliencia. Ir empujando todas hasta llegar a algo sólido. Todo alrededor, como si pelara una cebolla. Por aquí... por allá... odio esas frases. El primer intento no puede ser correcto. Cada vez allanar otra zona. Como el tiempo se escurre necesito un registro. Verdad y oído. La vanidad misma parte del hecho. La lucha por alcanzar realmente la cosa, y no las muchas otras terminaciones prolijas y con aspecto de ciertas. Éste es el cuerpo de lo que sucedió cuando nos encontramos, por debajo de las palabras. Los verdaderos sentimientos, estaciones, clima. Los otros ruidos que para mí eran más importantes mientras conversábamos. Dejarme abierto, con confianza. Te estrecho la mano. Y otra vez es imposible. Sé que incluso ahora hay cosas que estoy dejando afuera; cosas que voy a distorsionar. Pero eso también es la verdad. Si el esqueleto es falso en partes ahora no puedo quitarlas o cambiarlas. La luz del sol sobre la calle cuando se encontró conmigo esa mañana. Algo que ella no podía recordar. Ron mandó una postal, dijo. Ah, sí, dijo, dice que murió Frank O’Hara hace dos días.


De Libreta

13 de enero. 1971.

Destruí el paisaje y crearás GENTE NUEVA.
         
                                                             . . .

El arte como faro: sólo ocasionalmente el rayo ilumina a la gente sobre cuyas costas se encuentra. los barcos que pasan.

                                                             . . .

o la poesía como sillón: sólo la silla básica, o la que es tan extraña que dice “probame” son interesantes. el resto sólo un cambio de tapizado o funda.

                                                             . . .

Hacer que las esas palabras (que estén) lo suficientemente pulidas en alguna faceta reflejen la luz que llega de ese objeto. una pintura punto por punto de una forma que no reconoceríamos.

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El arte siempre puede desviar la atención de la inteligencia

                                                             . . .

“Blowing in the Wind” de Dylan como música de fondo de la pulverización sobre cultivos en “Actualidad granjera”.

                                                             . . .

Un arte que no puede ser usado, menos que menos por las personas “cultas”

                                                             . . .

No un arte que pueda entenderse porque la gente ha ido por ese camino; sino un recuerdo para estar allí si es que alguna vez están, para que no estén solos

                                                            . . .

TICTAC DEL ARTE tiene que ser el título de la novela bombardera

                                                           . . .

Las personas que siempre toman decisiones son aquéllas que más quieren tomar decisiones

                                                           . . .

La inteligencia convertida en reflejo equivale a la intuición

                                                           . . .

el reflejo de la lámpara es sol anaranjado sobre la luna en blanco y negro del televisor


De Cartas desde Yaddo

Bueno, cuando llegué a ese bosque de pinos y empecé a adentrarme un búho blanco voló derecho hacia el centro del sendero y me pasó por encima de la cabeza. Mientras miraba para arriba, pisé una nieve de aspecto firme y me hundí hasta las rodillas. Era el primer búho que veía fuera de un zoológico. De hecho creo que el único otro que vi se llamaba buharro, y está en el zoológico de Colchester en una jaula con el piso lleno de pajaritos muertos. Estaba seguro de que alucinaba, así que todavía con la nieve por las rodillas seguí mirando y sí, tenía cara de búho. Con eso quedé listo para el desayuno. Me pasa algo en los ojos. Si miro con los anteojos a través de ventanas donde se reflejan árboles veo fantasmas por todos lados. Como si todos los que pasaron por aquí hubiesen llenado el espacio de huella. Me fumé el último porro antes del desayuno y fui completamente paranoico al comedor. Aquí hay un novelista coreano que se llama Kim y está bueno mirar a través de sus ojos. Contaba que aprendió inglés de películas viejas. Como de Shirley Temple diciendo “You have to ess em eye el ee / to be aitch ay double-pee why”. Y la primera vez que salió de Corea y aterrizó en Estados Unidos vio un diario con un titular enorme que decía SHIRLEY TEMPLE SE DIVORCIA y pensó “¡Ohhh! ¡Esta gente CIEGA!”. El único problema con las películas era que nunca mostraban los besos, entonces el argumento iba a los saltos.

24 de agosto de 2010

¿Por qué el gallo canta con los ojos cerrados?

Para ver si se la sabe de memoria.



                                                              Si dices su nombre
                                                              deja de existir.
                                                              Quédate callado,
                                                              déjalo venir.

                                                              (¿Qué es?)

486 adivinanzas y "preguntas graciosas". Compilé, reformé, recauchuté, inventé y escribí la introducción. Fue divertido. Ya que estamos, gracias desde acá a todos los que me regalaron alguna.

20 de agosto de 2010

Antes de la última ola migratoria





Era el año pasado; ejercitándome con la camarita descubrí que nos habían invadido. Muchos de los personajes de este film se han tomado el gran buque hacia otros hogares. A los dos protagonistas nos los quedamos. 

18 de agosto de 2010

Hay humo en tus ojos


Lo que más se dice sobre Katherine Bigelow es que filma "cosas de varones". Todo el temita de la adrenalina, y ya con esta última de soldados que desarman bombas en Irak supongo que la habrán etiquetado como varonera sin retorno. Por lo que leí, que es poco, ella no se hace mucho cargo y declara que simplemente es "filmmaker", aprovechando que su idioma se lo permite.
A mí sus películas -- las tres que vi -- me hicieron experimentar. Sensaciones poderosas. Creo que Katherine te nubla los sentidos, te mete en una de nube de fuego, de humo, de papel picado o de rocío marino. Te ves la película desde ahí adentro y no sé, la ves como con un sexto sentido. Después salís a la calle y sos un núcleo de partículas vibrantes.
No, no tomé nada (aunque me siento medio afiebrada).
¿Viste cuando discute una pareja y ella empieza a llorar y él le dice "no llores", porque considera que desde las lágrimas el razonamiento se va a desvirtuar, que así no se puede hablar, que mejor hablar cuando ella se tranquilice? Y nosotras sabemos que no es así, que perfectamente se puede llorar y hablar, que incluso a veces la película acuosa te devela en el mundo una profundidad que no estabas advirtiendo.

11 de agosto de 2010

Lydia, sigo penando por ti

Es que vuelvo a leerla y vuelvo a amargarme por no estar traduciendo sus cuentos completos. Ahora, lo único que le encuentro de bueno a este desengaño amoroso es que cuando tengo un rato libre traduzco algunas cosas suyas sin presiones, especialmente sin presiones lingüísticas. Por eso verán que los textos que siguen han sido traducidos bastante a la argentina. Total...

Gente de ciudad
Se mudaron al campo. El campo es bastante lindo: hay codornices sentadas en los arbustos y sapos asomando en los pantanos. Pero están inquietos. Discuten más seguido. Lloran, o llora ella y él baja la cabeza. Él ahora está siempre pálido. Ella se despierta en pánico durante la noche porque lo oye gemir. Se vuelve a despertar en pánico porque oye que está entrando un auto. Por la mañana tienen sol en la cara pero los ratones charlan en las paredes. Él odia los ratones. Se rompe la bomba. Cambian la bomba. Envenenan a los ratones. Ladra el perro del vecino. Ladra y ladra. Ella sería capaz de envenenarlo.
“Somos gente de ciudad”, dice él, “y no hay lindas ciudades donde vivir”.

Cosas perdidas
Están perdidas, pero también no perdidas sino en algún lugar del mundo. La mayoría son pequeñas, aunque dos son más grandes, una un saco y una un perro. De las cosas pequeñas, una es un anillo valioso, una un botón valioso. Están perdidos respecto a mí y al lugar donde estoy, pero al mismo tiempo no desaparecieron. Están en algún otro lado, y están allí para algún otro, tal vez. Pero si no está allí para algún otro, el anillo, de todas maneras, no está perdido para sí mismo sino que sigue allí, sólo que no donde estoy yo, y el botón, también, allí, sólo que no donde estoy yo.

Nietszche
Ay, pobre papá. Perdón por haberme burlado de vos.
Ahora yo también escribo mal Nietszche.

Mejorando
Volví a sopapearlo porque estando a upa mío me arrancó los anteojos y los lanzó a la reja del pasillo. Pero no me lo habría hecho si no hubiera estado ya tan enojada. Después de eso lo llevé a dormir.
Abajo, me senté en el sofá a comer y leer una revista. Me quedé ahí dormida una hora. Me desperté con migas en el pecho. Cuando entré al baño, no pude mirarme al espejo. Lavé los platos y volví a sentarme en el living. Antes de irme a dormir me dije que las cosas estaban mejorando. Era verdad: ese día había sido mejor que el día anterior, y el día anterior había sido mejor que casi toda la semana anterior, aunque no mucho mejor.

8 de agosto de 2010

Very Important Moment

Cara, nombre, altura, lugar de nacimiento, club actual. La colección fue creciendo y de a poco cobró sentido. Llegó la fecha y los datos empezaron a aplicárseles a personas reales. Bueno, personas en el televisor que por unos días nos importaron. Hubo esas semanas de relevancia máxima, y después otra vez las caritas se fueron retirando hacia el horizonte de nuestra atención.
Pero quedaron las páginas crujientes, los pilones de repes ordenados de menor y mayor y muy sobre todo la obsesión infantil por llenar cada uno de esos rectángulos en blanco.
Ayer, finalmente, pusimos el broche de oro.

6 de agosto de 2010

Insisto. Un poco más de Rez

Algo que me pasa con Charles Reznikoff es que encuentro en sus poemas cosas que escribí, o traté de escribir, en los míos. Antes de leer los suyos, claro (después también, pero ahí supongo que ya se puede hablar de ansiedad de influencias). A él todo le sale mil veces mejor, pero muchas veces me parece que pusimos los ojos sobre lo mismo. Cuando lo traducía, en 2003, me sorprendía todo el tiempo. Hasta encontré un par de títulos iguales. Tal vez podría acusarlo de preplagio: murió cuando yo tenía 8 años y un mes.
De todas formas a mí sus poemas me gustan por ellos mismos, no sólo porque me recuerden a los míos. Bah, eso quiero creer. Aunque mirá  Mick y Bianca.


De Jerusalem the Golden

8

El viento nos sopla la lluvia en la cara
mientras bajamos del cerro
sobre latas oxidadas y diarios viejos,
pasamos el árbol en cuyas ramas desnudas
los chicos han colgado aros de hierro,
hasta llegar por fin a las lombrices aplastadas
estiradas y estirándose sobre la vereda húmeda.

9

En la ladera
de cara al sol de la mañana
qué claro y recto es cada yuyo.
Camino al subte esta mañana
el viento nos sopla manojos de pétalos blancos
del árbol florecido en la ladera;
tan como papel picado –
pero, claro,
es el festival de la primavera.

15

Recién en la calle sentí
que las hojitas de los árboles a lo largo de la cuneta
estaban firmes
en los cielos azules.
Ahora el subte
expreso
toma velocidad
y un viento
sopla por el vagón,
sopla polvo
sobre los pasajeros,
y por el piso
pedacitos de papel –
envolturas de caramelo,
de chicle, papel metalizado,
partes de diarios...

35

La luz matinal
es opaca y azul—
la silenciosa luz
del bosque;
pero ahora empieza
el tenue aunque multitudinario
ruido de la lluvia.

66

Si es que hay un plan,
tal vez esto también esté en el plan,
como cuando un vagón del subte prende un interruptor,
las ruedas chillando contra los rieles,
y se apagan las luces –
pero enseguida vuelven a encenderse.

4 de agosto de 2010

Charles Reznikoff: simetría de todo lo que crece

Querido Rez: nos entendemos en todo.














De Uriel Accosta: A Play and A Fourth Group of Verse

22

Pasada su enfermedad, él seguía en cama.
Veía por la ventana cuando no había escarcha
nubes y la rama de un árbol.
Los pájaros cruzaban el cielo,
o un gorrión saltaba entre ramitas.
Él observaba, quieto como la rama;
le parecía que su sangre estaba fresca como savia.
Cuando movía las manos o el cuerpo se movía despacio,
como la rama en el crepúsculo.
Sus padres pensaban simplemente que todavía estaba débil.
En marzo estuvo bien. A menudo cuando entraba a su cuarto,
iba hasta la ventana unos minutos y se quedaba mirando
el árbol.
Y lo miró brotar y las hojitas y las hojas ya
crecidas y las hojas colorearse y caer.
Los padres habían perdido su dinero. Vendieron la casa y
tenían que mudarse.
Subió a su cuarto por última vez.
El tronco del árbol, ramas y ramitas estaban quietos.
Pensó: “El árbol es simétrico... y todo lo que crece...
... en forma... y en cambio a través de los años. Así es
mi vida... y todas las vidas”.
Bajó las escaleras cantando alegremente.
Su padre dijo: “Tantos problemas, y éste canta”.

2 de agosto de 2010

La velocidad de la infancia en los espacios abiertos...



...pocos la describen como Hayao Miyazaki.




¿O será que los dos nos acordamos de esa sensación inexplicable entre el esternón y la boca del estómago?