22 de enero de 2015

Por el camino de M. John

Una oración sencilla y hermosa que me tocó en la traducción del día, y una torta muy simpática -- "torta Battenberg"-- que conocí también hoy y también gracias a la traducción:

"Ella adoraba los cafés, tal vez porque la vida que allí se desarrolla, aunque doméstica y cómoda, no te demanda nada: no hay nada de lo que tengas que participar." 





1 de enero de 2015

De vez en cuando la tradux / nos besa en la boca

Perdón pero tuve que venir corriendo a contar lo que acaba de pasarme mientras traducía el libro de M. John Harrison; justamente el cuento que dará nombre al libro ("Egnaro"). Es ese tipo de coincidencias que la traducción produce muy pero muy de vez en cuando; una magia forjada por la búsqueda perpetua. Casi creo que es la inmersión en esa neurosis traductiva la que lleva a esto, como un conjuro, una palabra mágica de consistencia lacaniana.
A ver si logro explicarlo sin tener que contar el cuento entero. Aunque debería contarlo, porque en verdad este cuento increíble se trata justamente de este tipo de "señales" que yo misma suelo ver en las coincidencias. Lo cual lo vuelve todo triplemente sobrecogedor.
Hace unas páginas aparece una chica malaya, moza de un restaurant chino. Quiere ofrecerles postre a los personajes y, con su acento, le sale "costa" en lugar de "custard". Los personajes tardan un rato en entender qué es "costa". Siguen unas líneas de juego y broma con ese "costa" que en verdad es "custard". Yo en principio, provisoriamente, reproduje con un juego entre "flá" y "flan".
Ahora el juego de palabras vuelve a aparecer aplicado a otra cosa. El terror del traductor. Va a haber que rever todo o fijarse si el juego original coincide de algún modo con este nuevo juego. En este caso el personaje menciona un lugar de veraneo llamado (en el original) "Costa Blanca" y a continuación hace alusión al ofrecimiento de la moza malaya. Bueno, paren, les fotografío el juego:


¿Cómo hago para unir el flan al juego sonoro con la costa? Entonces hago un primer tiroteo en Google, algo completamente absurdo como "playas veraneo fla". Es decir, un lugar de veraneo que tenga la sílaba "fla" en el nombre. Pero sabiendo que es bastante arduo, porque tiene que ser un lugar que los ingleses de clase no muy alta puedan llegar a considerar para ir de vacaciones. Sin embargo, todavía ni busqué dónde queda Costa Blanca.
Pues bien, mis queridos amigos. La primera opción en mi lista de azul sobre blanco es "Playa Flamenca". Sonoramente se prestaría al juego, pienso. Pero ¿dónde queda? Véanlo con sus propios ojitos:



  WHAT ARE THE FUCKING ODDS.

Y con esto me retiro, le escribo a Harrison y le digo que el misterio de Egnaro volvió a manifestarse durante su traducción al castellano.