12 de agosto de 2011
Memoria muscular
En mi primer "departamento de soltera" tenía un teléfono negro casi igual al de esta foto (que encontré mientras buscaba terminología telefónica precámbrica). Viví más de diez años con ese teléfono, que antes había sido el teléfono de mis abuelos. Y fue rara la sensación recién al ver la foto, porque pude sentir en el brazo izquierdo el peso exacto del auricular (¿receptor? ¿cómo se dice? eso buscaba) al levantarlo, y la resistencia del disco al hacerlo girar con el índice derecho. Era pesado el aparato, con una pesadez muy agradable. Ay, lo extraño. 854-1409.
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9 comentarios:
yo quiero un telefono asi...y uno inalambrico tambien, eh, que asi uno puede lavar los platos.
la wanda
existirá todavía mi teléfono negro...? capaz, eh? a ver si te lo consigo y te lo mando por correo.
tubo?
no le decíamos así?:
"agarrá el tubo del teléfono" Suena bastante raro y poco específico, pero es lo único que se me viene a la mente.
beso!
Hola, Lau! Sí, sí, se dice "auricular". Justo vi uno de esos teléfonos el otro día en el parque Los Andes, pero estaba "intervenido", pintado de rojo con llamas, como demonizado. Me dio pena, pobre.
Beso,
Nora
además tenían un cierto olor particular... no?
sí... a baquelita!
esa fotito tuya es tan linda.
Ja. Yo tenía uno blanco, y justo hace unos días le regalaron un teléfono de juguete a Tadeo, con dial y todo y hablábamos lo raro que era eso, que le regalaran un teléfono que no tiene nada que ver con cómo son los teléfonos ahora.
claro, para él es un juguete que no reproduce ninguna ocurrencia real...
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