8 de marzo de 2012

Habilidades perdidas

La iniciación: Villa Gessell, los '80.




Entrenamiento intensivo: La Lucila del Mar.




Días de gloria: llegan los flippers a Villa Crespo.



Acercándome a la cima de mis capacidades con estos dos. Saliendo a por fichines a toda hora.





Con éste llegamos al doctorado.




Ahhh... la felicidad era una hilera de flippers.


(Pero no te me pongas tan cerca que no puedo mover bien los codos).

5 comentarios:

cristian dijo...

buenísimo!!

Anónimo dijo...

Vos sabes que yo nunca jugué a los flippers? Descubrir estas cosas me hacen sentir siempre un sapo de otro pozo.

Wando

Laura Wittner dijo...

es que vos siempre tuviste todas esas tremendas habilidades para mil cosas que andabas explotando... pero fijate, tal vez encontrás algún flipper en un rinconcito de beer sheva!

Ale Ventura dijo...

jajajajajaja
la frase final de los codos me mató!

no deja de sorprenderme la inagotable fuente de coincidencias Srta. Flipper.
Yo creo que nací adicta a estas cosas. Arranqué a las 4 en atlántida subida a un banquito y no paré.
Flippers, pac-man, frogger, space invaders, el de la pelotita que rompía ladrillos (me copaba mal ése) más tarde el tetris....y ahora -con 38- tengo que atarme los dedos para no recaer en las garas del Bejeweled, un mierdo de facebook por el que podés perder tu vida.

en fin.

besos!

Laura Wittner dijo...

subida a un banquito, me encantó la imagen.

yo te llego hasta el tetris. en la compu no puedo jugar a nada. es triste verme tratando de hacer que un futbolista con mi nombre en la espalda vaya para un lado, vaya para el otro, patee fuerte o despacio y no sé cuántas gracias más que se pretende que haga mientras mis dedos se mueven desconcertados entre las teclas.

suelo quedar en el banco de suplentes.