Albert Camus, en la única ocasión en que estuvo con William Faulkner:
El
tipo no me dijo ni tres palabras.
(...)
Con insistencia, Brahms usaba los
pantalones demasiado cortos.
A
veces incluso les metía tijera a las botamangas.
(...)
Fue cuando siendo aprendices hacían reproducciones de los frescos de Masaccio
en la Santa María del Carmine que Miguel Ángel criticó a Pietro Torrigiano como
dibujante:
Hueso y cartílago cayeron como galleta, le diría más tarde Torrigiano a
Benvenuto Cellini.
Respecto de la nariz de Miguel Ángel.
(...)
Richard Strauss: ¿Por qué tienes que escribir así? Tienes talento.
Paul Hindemith: Herr Professor, usted hace su música y yo hago la mía.
(...)
Roberto de Nápoles: Giotto, si fuera usted,
con este calor dejaría de pintar por un rato.
Giotto: También yo, definitivamente –si fuera usted.
(...)
Hay una sola persona con derecho a
criticarme, ¿entienden? Y es Picasso.
Dijo Matisse ya entrado en años.
Filipo de Macedonia: Si llego a
Lacedemonia, no dejaré piedra sobre piedra.
Los espartanos: Si.
Los espartanos: Si.
(...)
A los sesenta y ocho años, sin anteojos.
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