22 de mayo de 2013

Fantasías rimadas de ayer y hoy







¿Ya hablé acá de Hilaire Belloc, catolicón ultrarrecalcitrante de fina estampa? Ah, no, fue en Twitter. Como sea, estuve jugueteando con un libro suyo que por lo que sé nunca le hizo visita alguna al castellano. Se llama Cautionary Tales for Children y corre al lado de Edward Lear, o al menos por esos caminos. Son todos poemitas de advertencia fiera; poemas de sinsentido. Traducirlos, me parece, es en gran medida reescribirlos. A mí me divierte pero nunca encuentro tiempo. Pongo uno: original y copia trucha.





                             

                                   Franklin Hyde,

                      Who caroused in the Dirt and was corrected by His Uncle.     



His Uncle came on Franklin Hyde
Carousing in the Dirt.
He Shook him hard from Side to Side
And Hit him till it Hurt,

                               Exclaiming, with a Final Thud,
                               "Take that! Abandoned Boy!
                               For playing with Disgusting Mud
                               As though it were a Toy!"
                                   
Moral
From Franklin Hyde’s adventure, learn
To pass your Leisure Time
In Cleanly Merriment, and turn
From Mud and Ooze and Slime
And every form of Nastiness—
But, on the other Hand,
Children in ordinary Dress
May always play with Sand.

Luis Pascual,
 el que parrandeó en el barro y fue reprendido por su tío.   




Su tío encontró a Luis Pascual
de parranda en el barro.
Le dio un zarandeo brutal
y le pegó a lo guarro.


Exclamó, con la última tunda:
“¡Ahí tienes, niño meterete!
¡Por jugar con esta tierra inmunda
cual si fuera un juguete!”.

Moraleja
Aprende, pues, de esta aventura
a divertirte con aseados modos
y a alejarte, por senda segura,
de la mugre, del barro y del lodo
o cualquier otro hediondo betún.
Sin embargo, una noticia buena:
que los niños en ropa común
siempre pueden jugar con arena.





3 comentarios:

Anónimo dijo...

la traducción es buenísima. pero dios mío era un libro para niños?

Laura Wittner dijo...

a mí me suena que no tanto, verdad?

Anónimo dijo...

Qué hermosura!
Beso. Nora