Otro con quien solemos entendernos: David Grossman. Justo cuando pensaba cómo ponerle un límite sano a esta relación entre mi cuerpo y la palabra de otros -- incluso mis palabras. Lo que sigue es de su novela Tu serás mi cuchillo, con traducción de la admirada Ana María Bejarano.
"(...) y es que hasta conocerte a ti no me imaginé que la forma de expresarse de un extraño pudiera producirme una conmoción tan fuerte como el primer contacto con su cuerpo, su olor, la textura de su piel, su cabello y sus lunares..".
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