Te quiero
mucho a vos
y a tu pelo
corto
a tus
cordones sueltos
y a tus
medias caídas
a cómo sos
si te reís
y a cuando
ponés la trompa
en las
rodillas huesudas
y a tus
ojos serios
a cómo
movés las manos
y a cómo te
viene el sueño
a cómo me
saludás
y a cómo corrés
en la plaza
cuando con
nosotros está el viento
y el cielo
sobre las casas
es como
una capa
violeta
Lagartija,
dale, te arranco la cola
¡si total
sabés que te vuelve a crecer!
¿Y vos qué tenés que te vuelva a crecer?
Nada. Nada,
¡yo no tengo cosas así!
Y entonces cómo hacés, sin cola cómo hacés
para aprender a seguir viviendo
aunque te falte algo
y esperar el tiempo necesario
para que lo que te falta no te falte
más. Sin cola ¿cómo hacés? ¡Casi
casi te la presto!
Ahora que
sé leer
las
palabras escritas
le leo a mi
hermano
las
historias que no sabe
Basta, no tengo ganas
le dije
anoche
¡arreglátelas solo!
y él que no
sabe leer
con el
libro en las piernas
me leyó
serio serio
una
historia que no está
Una
historia que volaba
tan arriba
de las piernas
que las
palabras escritas
nunca la
atraparán
De E sulle case il cielo, Giusi Quarenghi y Chiara Carrer. Milán, Topipittori, 2007.