Era ésta la
madre que quería,
oscura y
melancólica
alejada del
mundo
ansiosa.
Habla poco
y se come las palabras.
Se cae a
veces y enseguida se levanta.
Era ésta la
madre que quería,
oscura
dolorosa
renga
y he
luchado contra las hermanas
he
destruido a los hermanos
porque era
ésta la madre que quería,
voluntariosa
amplia cerrada prisionera.
No quería
otra madre que ésta,
cabellos
mal crecidos que no encuentran
forma ni
paz, la copia descuidada
de sí
misma, pasada de dulzura,
el único
lujo era su fuga
delante del
espejo
mientras se
vestía.
Delante del
espejo mientras se vestía
la mirada
se le bifurcaba
perdida en
una imagen futura,
en ella vi
la primera ladrona
que me
robaba la imagen segura
y la sacaba
a la calle y regalaba
eso que
sólo tenía que ser mío.