12 de octubre de 2010

Qué. O acaso alguien tiene todos los patitos en fila.

Este poema forma parte de una serie que James Schuyler escribió en enero y febrero de 1975, durante una de sus varias estadías en un hospital psiquiátrico. La serie se llama The Payne Whitney Poems (Payne Whitney es el nombre del hospital); son once poemas cortos desde la internación -- desde el desierto de la vida detenida, "a desert kind of life".
Pero este poemita que pongo acá, sacando (o no) las pastillas... ¿quién no conoce esa sensación? Especialmente los que trabajamos en nuestras casas. Ese momento después del almuerzo en el que la concentración se vuelve utópica, nada avanza, nada cuaja, todo se funde en la bruma soleada de las dos de la tarde y es muy difícil desglosar los elementos del mundo: un humo indefinido, un estridor metálico para el que sería imposible imaginar una fuente concreta (y de todas maneras quién tiene ganas de hacer el esfuerzo), la posibilidad de un poema, la fiaca inconmensurable de pensar siquiera qué es un poema, la omnipresencia del yo, el miedo al "qué es yo".

Qué

¿Qué tienen esas pastillas?
Pasa el almuerzo y casi
no puedo mantener los ojos
abiertos. Ay, si hubiera alguien
para charlar de cualquier cosa.
Hasta un perro alcanzaría.

¿Por qué están martillando
metal ahí afuera? ¿Y qué es
ese generador
cuyo zumbido feroz entra
por la ventana? Qué es un
poema, en todo caso.

Los narcisos, el brezo,
las fresias, todos
me hablan. Yo les
contesto, como San Francisco
y el lobo de Gubbio.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, el poema es maravilloso, pero no se queda atrás en cuanto a tono poético la hermosísima introducción. Sólo un botón de muestra: "la fiaca inconmensurable de pensar siquier qué es un poema". Ahí queda eso. Quizá sea porque la palabra "fiaca" sea una de las más hermosas, sonoras, sutiles que existen y que, por mi variante del español, me resulte, además, exótica.

Gracias.
María

ale ventura dijo...

entré en los comentarios para decir algo muy parecido a lo que escribe maría.
Sin desmerecer en absoluto el poema, que es lindo y es calmo (será que las pastillas verdaderamente le quitan dramatismo al nonsense?) las palabras con las que vos lo presentás son bellísimas y poéticas y me llevan como por un puente a la nebulosa de las dos de la tarde. (iba a decir "como por un tubo".... se ve que el rescate minero me tiene como ansiosa)

siempre un placer lau.
besos!
ale ventura

y el libro se consigue en español?
lo estás traduciendo ahora?

Anónimo dijo...

Me gustan también el poema y su introducción... Ah, y la foto!
Experimenté esa sensación después de almorzar y la estoy experimentando en este mismo momento. Será cuestión de no comer o de trabajar menos o lejos de las comidas?
Buona notte!
Nora

Laura Wittner dijo...

será cuestión de no trabajar y por ende no comer.

el libro no está traducido, que yo sepa. si alguien me contrata se lo traduzco con gran placer. si no tal vez también lo traduzca, seamos sinceras.

muchas gracias por los comentarios sobre la introducción. aunque releyendo me parece que quemé un poco el poema, lo adelanté demasiado. buen, al menos no conté el final.